IMPORTANTE LIBRO DE J.Eduardo Picerno:
Se trata de una investigación histórica, estrictamente documental, que abarcó un período de 5 años de revisaciones en diversos Archivos de Uruguay y Argentina.
En esta búsqueda exhaustiva fueron apareciendo documentos firmados de puño y letra de los protagonistas de la historia, que eran desconocidos para el público, ya fuera porque se ignoraba de su existencia o porque se habían ocultado. Con la innovación de tomar fotos digitales de más de 250 documentos y publicarlos en el libro, se ha logrado asegurarnos de la autenticidad de los hechos y acciones que se incorporan a nuestra verdadera historia.
Se demuestra que ha habido un genocidio, cometido por el ejército mandado personalmente por el Presidente Rivera en 1831 y años siguientes. Se documentan fehacientemente las órdenes firmadas por el Presidente Rivera , de su decisión de exterminar a los charrúas, y su voluntad de no informar absolutamente nada al gobierno.
El parlamento pasa a receso durante un año para no avalar el genocidio. Las víctimas sobrevivientes son traídas caminando desde Salsipuedes, y llegados a Montevideo se reparten a familias de militares y de civiles en carácter de servidumbre.
Aparece en el libro las “donaciones” de mujeres y niños charrúas y los nombres y recibo firmado de quienes los han solicitado. Aparecen las críticas publicadas en diarios acusando a Rivera de un crimen de lesa humanidad, lo que significa que en esa época ya se conocían los derechos humanos, que el estado debía proteger, según la Constitución de 1830.
Con esta investigación y sus resultados, a la que todos tienen el derecho de acceder, se cumple con un nuevo derecho humano: el de saber la verdad, el de conocer la verdad histórica, nuestra verdadera historia, y asumirla.
Se descubre también mediante la documentación, que los charrúas fueron aliados de Artigas durante la revolución, también de los 33 orientales (aspecto nunca mencionado), y de Rivera en la conquista de las Misiones. También aparecen documentos impactantes, muy sorprendentes, como la carta que Fructuoso Rivera, siendo ya coronel portugués, en junio de 1820, envía al gobernador de Entre Ríos, Francisco Ramírez, expresando su deseo de cruzar a la otra orilla para ultimar al tirano de la humanidad, al monstruo, José Artigas. Este y otros documentos , que no se han querido admitir por la historia oficial hasta el momento.-
