EXTRAORDINARIO LIBRO DE RECIENTE APARICION ( OCTUBRE 2011)
FOTOS HISTORIA CRIADORES MEJORES PADRES MEJORES MADRES
Las actividades del agro tienen una particularidad muy definida entre sus cultores, algo que no siempre es afín a otras actividades: la del apasionamiento por lo que se hace. Esa característica se potencia aún más cuando se trata de la crianza de especímenes de razas puras, llegándose incluso a nivel de culto.
La pasión puesta al servicio de la crianza de equinos (que en realidad no es patrimonio exclusivo de ningún país) viene desde muchos siglos atrás, acaso porque el hombre ha comprendido que no hay animal que reúna las características del caballo: la belleza estética por porte y por fortaleza, la nobleza de comportamiento y, en tercer lugar, el misterio jamás resuelto de no saber hasta dónde llega el vínculo que lo une al jinete, porque su grado demostrativo es de una sutileza que sólo comprenden aquellos que están muy cerca del animal.
La suma del apasionamiento al servicio de ese animal y la explotación visual de la belleza al grado de perfección del caballo, lo encontramos en un libro de reciente edición titulado “Criollos de Oro, la revolución funcional”, con el que sus autores han pretendido -y logrado con creces- dejar plasmado en papel de lujo un homenaje a esa raza comprendida en una vasta región del cono Sur de nuestro continente.
El libro fue presentado hace unos días por sus autores -Luis Ponce de León y Alfonso Zorrilla de San Martín- en un acto en el que Pablo Mestre prestó sus conocimientos sobre los variados temas rurales para ensalzar las virtudes de los caballos Criollos. Por su parte Alma Elorza, vice presidenta de la Sociedad de Caballos Criollos del Uruguay, destacó desde la misma mesa de presentación que el libro logra llegar al alma del cabañero y hace trascender su obra, que es también su pasión.
El libro repasa la historia de varias cabañas de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile y, por supuesto, brinda la nómina referencial de sus principales padrillos y madres, encontrándose el lector que hay un permanente cruzamiento de productos de unos países.
El libro no esconde las referencias personales de cada cabaña, al contrario, ensalza aquellos nombres que fueron pioneros en su lucha por imponer un Criollo de genética superior y que forjaron el crecimiento de cada uno de esos criaderos aún venciendo muchas dificultades, a veces geográficas, otras financieras y también de escepticismo ajeno. Además del repaso a las diferentes cabañas, el lector podrá encontrar breves piezas de ensayo, como uno de Daniel Vidart sobre gauchos, huasos y gauchos; otro sobre las Marchas de resistencia y sus grandes padres y madres; otro sobre el creciente prestigio del Freno de Oro en Brasil; uno sobre las Paleteadas en Argentina y también sobre el Rodeo chileno.
En fin, si agregamos a un contenido variado y rico la fineza de presentación de la obra, en un papel superior y un grado de excelencia fotográfica para el mayor asombro, nos encontramos entonces con una obra más que recomendable, acaso imprescindible para conocer a fondo la realidad de esa pasión que es el caballo Criollo.