Desde lo que el autor cree, comparte y profesa en su accionar cotidiano en la medicina, surge claramente que la enfermedad no es una casualidad ni una cuestión de buena o mala suerte. La calidad de vida del cuerpo dista mucho de depender en forma exclusiva de la fórmula a la que la mayoría de los médicos se refieren cuando recomiendan de manera excluyente dormir bien, una alimentación sana, realizar actividad física y todas las costubres saludables que tanto vos, lector, como yo conocemos.
Somos seres "bio-psico-sociales y espirituales", por lo tanto, resulta apasionante leer este libro y empezar a explicarse porque las personas contraen enfermedades, principalmente, a causa de sus emociones, más allá de sus hábitos cotidianos.
El autor nos enseña en este libro, de manera simple, didáctica y comprobada, que el cuerpo padece de forma directa las emociones que el alma transita y que es imposible andar por la vida con un cuerpo sano si tenemos dudas o somos indecisos, si no nos permitimos disfrutar del placer, si poseemos una mala y frustrada sexualidad, si tenemos la necesidad de controlar, si no logramos aceptarnos, si somos rígidos e inflexibles, y tantas otras emociones y conductas que terminarán, tarde o temprano, reflejadas en nuestros órganos de manera precisa.
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